jueves, 8 de mayo de 2008

South Pop (II)

Viernes 2 de mayo, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Sevilla.

Comenzamos la segunda jornada con una visita fugaz a una exposición, aprovechando el enclave del festival. Grabados de Goya, Picasso y Dalí. Nos dejábamos atrás tres o cuatro exposiciones más, pero los grupos no nos iban a esperar. Y al recinto fuimos. Con la cola de los vales para pedir en la barra por medio, con la barra a un lado con la gente acodada bebiendo a la vez que escuchaban tocar -cosa buena para el que quería atender desde una posición un poco retirada, pero mala por los que estaban allí esperando a que tocase otro grupo- con la mesa de sonido demasiado cerca del escanario, la minigrada al fondo, la carpa (¿sombrillas quizá?) de los dj y todo lo demás de lo que hemos despotricado en general los que estuvimos por allí.

Dejando todo eso atrás, vamos con los grupos.

Pumuky: Igual sobre el papel la oferta de este grupo parecería más tentadora, pero el no poder probar sonido les dio como resultado que presentasen una amalgama ininteligible de sonidos sobre una voz de alguien que parecía no tener ganas de cantar. Sólo la última canción medio sonó bien, pero no me resultó suficiente para poder sacar una buena valoración de su concierto.


Abraham Boba: Este concierto lo vi desde la lejanía de la grada, pensando si le hubiese valido con que lo dejasen solo un rato sus compañeros de Pumuky o si era un ardid de la organización para rellenar más el cartel con las mismas gestiones.


Nisei: Junto con el de Limousine y José González, los tres discos de la afortunada promoción que nos llevó al South Pop por un euro. Primera escucha del cd: horrorizamiento supino sobretodo por la forma de cantar. Segunda escucha: me gustó sobretodo la música. Directo: Contundente, con fuerza, movido. Un estilo de música que me trasladaban a mis comienzos en el mundillo con la eclosión de la escena grunge. Se empezaba a enderezar la tarde.


Grande-Marlaska: Pop en esencia, en su estado puro, pero para mí, carente de un poco de espíritu que le diese algún toque de distinción. Un buen trabajo de fondo reflejado en un sonido muy cuidado.



Aidan Moffat: No es que me disgustase la propuesta de este hombre, pero me supuso ser la dosis de pieza encajada a la fuerza en el cartel. Quedaba completamente a contraestilo del resto, además de que el tipo de música no congeniaba con la circunstancia para ecucharla.


Barry Adamson: Éste fue para mi gusto el mejor concierto de esa noche. Con un Barry exultante transmitiendo mucha energía y metiéndose al público en el bolsillo, todo un hombre espectáculo con una buena banda detrás. Apoteósico ese final "good night, Sevilla".



Mobiil: Otro de los grupos que uno se lleva a casa a la vuelta de un festival. Y es que yo creo que la cosa consiste en eso, vas por unos que te gustan y otros que te medio suenan , pero sobretodo a descubrir cosas nuevas. Y a éstos me los apunté en la libreta.



El Guincho: Y para cerrar, samplers y percusión a dos manos. Nota diferenciadora la de los ingredientes y el llevar una escueta percusión. Mucho ruido, mucho barullo, pero para mi parecer, muy monótono y repetitivo. No me metió en su dinámica y lo dejé pasar, tomando algo, esperando a los dj, que no tuvieron tiempo.



Y así pasó el viernes. El día en que nos reunimos más amigos al calor de los conciertos en una noche fresca y húmeda propia del lugar en el que nos encontrábamos.

1 comentario:

jani dijo...

esa foto d la guitarra y las manos es mundial....no sabia yo k le dabas buen uso a la camara malefikinnnnnnnnnnn